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22 de octubre de 2013

El maravilloso arte del Zentangle

Recuerdo que hace mucho tiempo -y aún ahora me sigue sucediendo-, me gustaba dibujar mientras hablaba por teléfono. Estos dibujos eran intuitivos y surgían de manera espontánea, sin mediación de preconceptos o intenciones puntuales. Una vez que cortaba la comunicación, y si disponía de tiempo, gustaba de continuarlos hasta abarcar toda una zona de la hoja, incluso a veces dibujándola por completo.

Con el tiempo fui descubriendo que se trataba de una actividad con poderes maravillosos sobre mi creatividad, mi capacidad de concentración y mi estado de ánimo en general, por lo que comencé a investigar al respecto. Es así como supe que se trataba de Zentangles.

La palabra Zentangle deriva de las prácticas del dibujo Zen en relación a la palabra tangle, que significa maraña, enredo, laberinto. La práctica del Zentangle es una forma de arte intuitivo que nos acerca de una manera inusual al arte debido a que –como mencionábamos antes-, no se tiene una idea de lo que resultará cuando se empieza a crearlo; su creación no está limitada por previas expectativas. Es una reflexión artística que admite la relajación, la concentración y la inspiración, y puede ser un ritual diario maravilloso.

Es un método fácil de aprender, pudiéndose llegar a crear hermosas imágenes sin ninguna experiencia previa… Es una forma fascinante de arte intuitivo, divertido y relajante. Su práctica proporciona una inspiradora satisfacción artística y una mayor sensación de bienestar personal, ya que proporciona una manera divertida y alegre de relajarse, facilitando un cambio de enfoque y perspectiva interno.

Hace varios años dicto cursos de dibujo y pintura de Mandalas, y esta técnica es una de las que da comienzo al curso ya que permite la expresión libre de cada alumno y, a su vez, dispone de la posibilidad de utilizar patrones o texturas para poder plasmarlo. En un principio estos patrones o texturas suelen ser utilizados a modo de inspiración, y a medida que se va incorporando la técnica suelen recrearse para finalmente surgir libremente de nuestra imaginación sin casi darnos cuenta. Y, lo mejor de todo, es que un Zentangle puede dibujarse en cualquier momento y lugar, ya que solo es necesario disponer de un pequeño papel, un rotulador y un poquito de tiempo en el cual uno quiera relajarse y disfrutar de un momento consigo mismo.

¡Los invito a dejarse llevar por esta experiencia gratificante y maravillosa!

Helena

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Helena Líndelen © 2013, Profesora de dibujo y pintura de Mandalas www.helena-lindelen.blogspot.com Todos los derechos reservados.

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